domingo, 7 de septiembre de 2008

CARTA DE CAMILO TORRES AL OBISPO ADJUNTOR DE BOGOTÁ



Excelencia, (Esta forma tradicional en que me refiero a Ud. no significa nada en contra el espíritu fraternal que quiere tener esta comunicación con un hermano mayor a quien Dios, por su Providencia ha puesto para representarlo ante mí.)

Cuando su Excelencia propuso que me retirara de mi trabajo actual para encargarme de la investigación de los elementos necesarios para pla­near la pastoral en nuestra Arquidiócesis yo le pedí un plazo para acceder a esa petición. Los argumentos que aduje estaban basados en motivos de caridad para con muchas personas que dependían de mi trabajo y cuya situación sería incierta en el caso de que yo me retirara inmediatamente. Estos argumentos creo yo que eran válidos y Su Excelencia lo estimo así.

Sin quitarle nada a su validez he reflexionado sobre la reacción íntima que me produjo su propuesta: sentí una profunda repugnancia de traba­jar con la estructura clerical de nuestra Iglesia.

1-He aprovechado mis retiros espirituales para profundizar un poco en esta reacción que en un sacerdote parece si no absurda, por lo menos in­conveniente.

Mi labor como sacerdote se ha desarrollado durante más de diez años bajo la autoridad de mi obispo pero un poco al margen de la estructura clerical. Esta situación me ha podido traer inconvenientes para mi espí­ritu sacerdotal pero también puede aportar ventajas para la vida de la Iglesia; una de esas ventajas puede ser la de haber adquirido una visión más objetiva de la estructura a la cual pertenezco pero en la cual he par­ticipado menos que otros que quizás por sus capacidades podrían tener ma­yor capacidad de análisis pero que están más implicados en el fenómeno que pretendo describir.

Cuando pensé en la posibilidad de trabajar en la Curia, haciendo una investigación, sentí la seguridad de que se me separaba del mundo y de los pobres para incluirme en un grupo cerrado de una organización per­teneciente a los poderosos de este mundo.

Cuando pensé cómo debería dirigir la investigación se me plantearon problemas teóricos cuya solución creo que será, por mi parte, en un sen­tido diferente u opuesto al que le dé la jerarquía que deberá valerse de los datos que yo investigue.

La solución de dichos problemas creo que es vital para el éxito de la investigación ya que de ella dependerá la orientación de ésta; ya que es imposible investigar todo, es necesario que los resultados correspondan a una problemática común entre el investigador y los que tienen la respon­sabilidad de la realización de una pastoral en la Arquidiócesis.

Sobre mi problemática personal quiero escribir a Su Excelencia para que juzgue si yo soy la persona indicada para hacer la investigación pro­puesta.

1. Por pastoral yo entiendo el conjunto de actividades que deben ejer­cerse para implantar o incrementar el Reino de Dios en una sociedad y en una época histórica determinada.

Para poder llegar a un acuerdo sobre la esencia de la Pastoral es nece­sario estar de acuerdo sobre qué es el Reino de Dios. Para poder orien­tar una investigación es necesario estar de acuerdo en una serie de hipó­tesis sobre la sociedad colombiana en la época actual.

a) El Reino de Dios es la vida sobrenatural, es la justificación de la Humanidad.
Extender el Reino de Dios o establecerlo es un problema de Vida. Las actividades que deben ejercerse para implantar el Reino son aquellas que conduzcan más segura y eficazmente a la vida.

Dentro de éstas hay algunas prioridades. En mi concepto el énfasis que hay que ponerle a los medios para establecer el Reino debe seguir el siguiente orden, notando que estos medios no se excluyen sino se complementan.

-Llevar a la gente a amar, con amor de entrega (ágape)
-Predicación del Evangelio
-Culto externo. Eucaristía y sacramentos (sacramentales - paralitur­gias)

b) La sociedad colombiana es en su mayoría una sociedad católica en cuanto cumple con el culto externo (bautismo, confesión, comunión, matrimonio, entierro, misa, extremaunción, procesiones, novenas, escapu­larios, primeros viernes) .

La sociedad colombiana en su mayoría desconoce la doctrina cristiana, aunque sepa de memoria algunas respuestas del catecismo.

Dentro de la sociedad colombiana hay muchos que aman a los demás, con amor de entrega, que niegan su condición de católicos o, por lo menos, su adhesión a la Iglesia -entendiendo por Iglesia, la estructura clerical de ésta-.

2. Si el esfuerzo pastoral se concentra en conservar la anterior situación, es posible que no se obtenga el establecimiento e incremento del Reino de Dios.

Si se acepta la prioridad del amor sobre todo, y de la predicación sobre la actividad de culto, se tiene que abocar la jerarquía a una Pastoral de Misión.

3. La Pastoral de Misión supone:
a) Énfasis en la calidad y no en la cantidad.
-Se insistirá más en las convicciones personales que en las presiones familiares y sociales.
-Se abandonará la exclusividad de educación confesional y se aceptará el pluralismo.
-Se permitirá la libertad de cátedra.
-Se hará una catequesis bíblica para niños y adultos.
B) Enfasis en llevar al amor de entrega más que a la Fe y a la práctica.
c) Enfasis en la predicación del Evangelio más que en el culto externo.
d) Eliminación de los factores socio y sicológicos que impiden una adhesión consciente y personal a la Iglesia por parte de los que quieren amar y entregarse a los demás. Dentro de estos factores están:

Poder económico de la Iglesia Poder político de la Iglesia:
-Formal: mediante leyes y concordato
-Informal: clericalismo (intromisión, por ánimo de dominio, en el terreno temporal.)
Separación cultural, sociológica y sicológica entre clero y fieles.
Falta de solidaridad con los pobres
Falta de espíritu científico en la Iglesia.

Si la Pastoral que se propone llevar a cabo es una pastoral de con­servación será muy difícil que yo pueda colaborar de una manera eficaz, ya que lo haría por obediencia pero contra todas mis convicciones racio­nales.

Por eso he considerado de elemental honradez manifestar estos puntos de vista a Su Excelencia.

Adjunto a la presente un estudio que me permití hacer sobre la pri­macía de la Caridad.

Creo que mis posiciones anteriores o las puedo respaldar teológicamente o constituyen hipótesis de trabajo para ser comprobadas con investigaciones empíricas. Sin embargo estoy dispuesto a retractarme en el momento que se me convenza de error y a someterme si se trata de algo que vaya contra el dogma, o las buenas costumbres.


De su Excelencia, fraternalmente.

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