lunes, 14 de julio de 2008

FRASES DE BORGES

Broges y sus Frases


De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación…

Vida y muerte le han faltado a mi vida. De esa indigencia, mi laborioso amor por estas minucias.” Buenos Aires, 1932.

Quienes argumentan que el arte no debe propagar doctrinas, se refieren a doctrinas contrarias a las suyas”

Los peronistas no son buenos ni malos, simplemente son incorregibles”
La buena amistad soporta la infrecuentación.”

No nos une el amor sino el espanto; será por eso que la quiero tanto” (Buenos Aires y El otro, el mismo)

La Argentina e Inglaterra parecen dos pelados peleándose por un peine (sobre la Guerra de Las Malvinas).

Dicen que la lengua francesa es tan perfecta que no necesita escritores. A la inversa, dicen que el castellano es una lengua que se desespera de su propia debilidad y necesita producir cada tanto un Góngora, un Quevedo, un Cervantes.”

Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca”.
Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”.

Nadie y todos somos la Patria.

El éxito y el fracaso son dos impostores.

En mi país se pasan quince minutos diciendo que no hace falta presentarme y diciendo que van a ser breves en la presentación; y así pueden estar una hora sin haberme presentado.

Las dictaduras podrían ser buenas, pero no lo son. Porque la dictadura ilustrada es una utopía. Y las militares son las peores.

Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.

¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad.

Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.

Deporte: yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara.

He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma.

La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
La muerte me desgasta, incesante.

Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.

Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos.

La poesía nace del dolor. La alegría es un fin en sí misma.

La imaginación está hecha de convenciones de la memoria. Si yo no tuviera memoria no podría imaginar.

"El hombre bueno es inteligente, y uno malo es, además, un imbécil. Las aptitudes morales e intelectuales van juntas".


"No bebo. Pero no por virtud, sino porque hay una bebida que me gusta más y es el agua".

"Al dormirse, uno se acuerda de sí mismo. Y al despertarse, se recuerda".

"El fútbol es popular porque la estupidez es popular".

"Gardel y yo tenemos algo en común: a ninguno de los dos nos gusta el tango".

"Nadie puede herirnos, salvo la gente que queremos".

"A las mujeres nadie las entiende. Y yo tampoco".

"Duda es uno de los nombres de la inteligencia".

"La democracia es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística".

Es supersticiosa y vana la costumbre de buscar sentido en los libros, equiparable a buscarlo en los sueños o en las líneas caóticas de las manos.

La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.

Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos.

Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy.

Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística.

En mi época no había best sellers y no podíamos prostituirnos. No había quien comprara nuestra prostitución.

La Universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno.

Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la Universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa.

El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto.


Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído.

No sé si la instrucción puede salvarnos, pero no sé de nada mejor.

Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones.

El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho.

Yo creo que de todos los géneros quizá el policial sea el más artificial, porque en verdad los crímenes no se resuelven por razonamientos, sino por delaciones.

Yo siempre seré el futuro Nobel. Debe ser una tradición escandinava.

Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia.

Repudio todo pensamiento sistemático porque todo sistema conduce necesariamente a la trampa.

La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce.

¿Quién soy? Estoy tratando de averiguarlo.

La duda es uno de los nombres de la inteligencia.

Como ser humano soy una especie de antología de contradicciones, de gaffes, de errores, pero tengo sentido ético. Esto no quiere decir que yo obre mejor que otros, sino simplemente que trato de obrar bien y no espero castigo ni recompensa. Que soy, digamos, insignificante, es decir, indigno de dos cosas,. El cielo y el infierno me quedan muy grandes.

En el orden intelectual soy un hombre desgarrado hasta el escándalo por sucesivas y contrarias lealtades.

Un sistema no es otra cosa que la subordinación de todos los aspectos del Universo a uno cualquiera de ellos.

Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas.

No podría definirme como ateo, porque declararme ateo correspone a una certidumbre que no poseo.

Lo que más admiro en los demás es la ironía, la capacidad de verse de lejos y no tomarse en serio. Después, el valor y la humildad, siempre que no sea ostentosa.

Una vez hecho algo, no puede valer mucho; es una obra humana con todas las imperfecciones de lo humano, pero el hecho de ejecutarla sí es interesante.

Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real.

Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía ; estaba en la invención de razones para que la poesía fuese admirable.

Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quién es.

Publicamos nuestro libros para librarnos de ellos, para no pasar el resto de nuestras vidas corrigiendo borradores.

Yo nunca busco temas, dejo que los temas me busquen y yo los eludo, pero si el tema insiste, yo me resigno y escribo.

¿Por qué tengo que creer que un subsecretario es más real que un sueño?

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